Programa Aprender en Familia, Chile

3 noviembre, 2016

La evidencia de la investigación sobre los efectos positivos de la participación de las familias en los procesos educativos escolares de sus hijos es robusta, pero por lo general las escuelas restringen su vínculo a acciones informativas y a exigencias administrativas. El Programa Aprender en Familia fue desarrollado por la Fundación CAP (Chile) como respuesta ante este diagnóstico, y está logrando resultados contundentes en términos de mejora del aprendizaje y las relaciones en el interior de las 60 escuelas en las que está siendo aplicado [1].

La importancia de la participación activa de las familias en los procesos educativos de sus hijos en términos de sus efectos positivos sobre el aprendizaje y la convivencia ha sido demostrada por diversas investigaciones (Comisión Europea, 2011; LLECE-UNESCO, 2015). Sin embargo, en los hechos la participación de las familias en la escuela suele restringirse a vínculos meramente informativos, y muchas veces los padres, madres, tutores, docentes y directivos no cuentan con las herramientas necesarias para generar una alianza escuela-familia que permita potenciar los esfuerzos que ambas parten realizan en pos de la educación de sus hijos/alumnos.

A partir de este diagnóstico, la Fundación CAP (Chile) diseñó y comenzó a implementar en 2010 el Programa Aprender en Familia, orientado específicamente a fortalecer, desde la escuela, el efecto de la participación de las familias en el aprendizaje y desarrollo de los estudiantes. El Programa se implementa en cada escuela por un período de 3 años, con el propósito de que luego, y en forma paulatina, pase a formar parte de la dinámica propia de gestión institucional de la escuela.

Aprender en Familia se implementa a través de tres líneas de acción: el acompañamiento de escuelas en el desarrollo de una política para potenciar la relación de colaboración entre escuelas y familias en la tarea educativa (línea “Relación Familia-Escuela”); la implementación de espacios educativos destinados específicamente para padres (línea “Escuela de Padres”); y la “Red-Creando”, que busca ampliar y fortalecer los vínculos entre los niños, sus familias y la comunidad escolar.

Foto: Fundación CAP

Foto: Fundación CAP

Las tres líneas de acción se trabajan en cada escuela y son articuladas por un documento institucional que, construido y consensuado en el interior de la comunidad escolar durante el primer año del programa, busca orientar y regular la relación entre la escuela, la familia y la comunidad. Recibe el nombre de “Política y Plan de Acción Familia-Escuela” y constituye el puntapié inicial para institucionalizar la alianza escuela-familia-comunidad. Para elaborarlo, se constituye un Equipo Familia Escuela (EFE), que reúne a representantes de cada grupo de actores en la escuela: alumnos, padres, docentes y directivos. Este equipo lidera y monitorea la elaboración y ejecución de la política y plan de acción. Al finalizar el primer año de implementación del Programa, este documento se valida y socializa con el resto de la comunidad educativa.

La primera línea de acción (“Relación Familia-Escuela”) apunta específicamente a sensibilizar a la comunidad educativa sobre la importancia de que la familia asuma un rol activo en la educación de los niños, a ampliar y fortalecer los canales de comunicación entre familia y escuela y a fortalecer el rol de los centros de padres. Estos objetivos se trabajan a través de la capacitación a directores, docentes y dirigentes de los centros de padres; la entrega a docentes de herramientas que orientan el trabajo con padres en espacios de reuniones grupales y entrevistas individuales, que abordan especialmente cuestiones relacionadas con la resolución de conflictos; la introducción de una agenda escolar y un boletín informativo como nuevos canales de comunicación con las familias; y la implementación de la estrategia “Leer en familia”. Esta última busca involucrar a las familias en la promoción del gusto por la lectura en los niños a través de capacitaciones a directivos, docentes y bibliotecarios orientadas a crear un Club Lector y organizar actividades con la participación de las familias.

Por su parte, la Escuela de Padres es un espacio de capacitación en habilidades parentales para el apoyo al aprendizaje de los hijos. Se desarrolla a través de talleres que se implementan mensualmente en cada curso, en el contexto de las reuniones de padres. Son guiados por monitores: padres voluntarios que se capacitan específicamente para ejercer este rol, que consiste en facilitar el proceso de construcción del conocimiento. Ellos asumen el compromiso de multiplicar los conocimientos adquiridos en encuentros con otros padres del mismo curso.

Las clases se estructuran como espacios educativos guiados, donde se promueve el intercambio de experiencias entre padres sobre los desafíos que enfrentan en torno a la educación de sus hijos a lo largo de su desarrollo. Se trabaja a partir de manuales desarrollados específicamente por el equipo de la Fundación CAP sobre la base de lo que las investigaciones dicen en torno a los distintos temas, y también se provee un manual general para los padres que oficiarán de monitores multiplicadores con el resto de los padres del curso. Los temas abordados en estos talleres giran en torno a tres temáticas centrales: identidad familiar, apoyo al aprendizaje y desarrollo, y relación en el interior de la familia.

En el marco de la estrategia “Red-Creando”, el programa establece alianzas con departamentos comunales de deporte y cultura con el fin de organizar actividades recreativas, culturales y deportivas que promuevan la participación activa de todos los miembros de la comunidad educativa (familias, alumnos, docentes, directivos, organizaciones comunitarias del entorno, e incluso autoridades locales). Se destacan entre ellas la “Fiesta de las Artes” y las “Olimpíadas Familiares”. Desde la Fundación CAP afirman que “en estas instancias lúdicas e informales, cada miembro de la comunidad educativa tiene la posibilidad de asumir distintos roles, permitiéndose establecer diversos tipos de vínculos, lo que permite la apertura de nuevas oportunidades para la relación familia-escuela, compartiendo y construyendo entre todos una identidad común”.

Foto: Fundación CAP

Foto: Fundación CAP

El programa comenzó a aplicarse en 2010 en 12 escuelas. En 2011 incorporó 12 escuelas adicionales de la Región Metropolitana, y sumó entre 2012 y 2013 a 26 nuevos establecimientos. Durante 2014 se incorporaron 10 escuelas más del área de Colina, con lo que se alcanzó a un total de 60 escuelas y 28 mil alumnos de 10 comunas del país. En 2016, comenzaron a trabajar en 21 instituciones de educación parvularia[2].

El acompañamiento de las escuelas durante los 3 años que dura el programa se canaliza a través de una serie de estrategias que apuntan al cuidado y la calidad de la implementación. Entre ellas se encuentran visitas quincenales o mensuales por parte de miembros del equipo de la Fundación CAP; sesiones de capacitación presencial para docentes, directivos y dirigentes de centros de padres; y la formación de un referente del programa en la escuela y de un coordinador de las actividades realizadas en el marco de Red-Creando, entre otras.

Luego de haber finalizado la aplicación del programa en las primeras 12 escuelas, la Fundación CAP decidió continuar acompañando a aquellas escuelas que voluntariamente quisieron continuar en el programa. Para esto, se construyó un “plan de sustentabilidad” de un año de duración, que apuntó a asegurar un estándar mínimo de calidad de la implementación en las escuelas que completaron los 3 años del Programa, a través de acciones de monitoreo y asesoría por parte del equipo de la Fundación. Para ingresar al plan de sustentabilidad, las escuelas deben garantizar un mínimo de horas disponibles de trabajo del coordinador del programa en la escuela, hacer manifiesta su disposición a continuar, y enviar mensualmente una planilla de monitoreo de los avances del programa.

Foto: Fundación CAP

Foto: Fundación CAP

Del primer grupo de escuelas que implementó el programa, 10 finalizaron como “Escuelas Sustentables”, es decir, alcanzaron plena autonomía en la implementación. Son los casos de éxito dentro del programa, que funcionan como modelos para las que se van incorporando cada año. La sustentabilidad, en el caso de estas escuelas, se define por el logro de la institucionalización del programa como un componente más del trabajo que realiza la escuela. Las Escuelas Sustentables han logrado consolidar la política familia-escuela y han logrado convertirlo en un documento conocido por todos. Además, explican desde la Fundación, en estas escuelas “se han instaurado las entrevistas individuales de apoderados como una práctica que se realiza por lo menos una vez al año, lo que permite, según sus mismas palabras, generar un espacio que fomenta la comunicación bidireccional, el diálogo y el conocimiento mutuo entre los apoderados y profesores, lo que favorece la alianza entre ambas partes e incide positivamente en el aprendizaje y desarrollo de los estudiantes” (cita).

Los resultados del programa son contundentes. El grupo de “Escuelas Sustentables”, que lograron institucionalizar el programa e implementarlo de manera autónoma, mejoró significativamente los resultados de aprendizaje en las áreas de lenguaje y matemática en 4to año básico. Entre 2009 y 2014, las escuelas con el programa Aprender en Familia mejoraron 17,3 puntos en lenguaje, mientras que el promedio nacional de las escuelas municipales del mismo grupo socioeconómico en el mismo período fue de 2,8 puntos. En matemática, las escuelas con programa subieron 15 puntos y el promedio nacional solo 8,3, señalan desde Fundación CAP.

Entre 2012 y 2015, el programa fue evaluado por la red J-PAL (Abdul Jatif Jameel Poverty Action Lab) en términos de su impacto en variables de involucramiento parental y desempeño académico de los estudiantes, a través de un diseño experimental que comparó a 26 escuelas con programa con otras 37 que no lo estaban aplicando. La evaluación reveló una implementación fiel al diseño original del programa, altos niveles de satisfacción, compromiso y adhesión por parte de las escuelas en relación a la aplicación del programa.

Según la evaluación, los estudiantes de las escuelas con Programa perciben un mayor  involucramiento parental.  Los del primer ciclo, además, reportan impacto en la escala de lectura, autoestima y disminución de percepción de la violencia y los del segundo ciclo perciben una mejor relación de los padres con la escuela.

También se detectó un impacto del programa en la asistencia de los alumnos a la escuela. Se estima un incremento estadísticamente significativo especialmente para los cursos menores, consistente con lo reportado para estos mismos grupos en las encuestas sobre involucramiento parental.

Asimismo, los estudiantes obtienen resultados significativamente mejores en la prueba SIMCE de lenguaje y matemáticas.

El programa logra efectos importantes en las percepciones de los padres en relación a la escuela y en el fortalecimiento de competencias parentales. Los padres, madres y otros adultos han aumentado sus niveles de apoyo al aprendizaje, involucramiento en la escuela y comunicación con los profesores. Esto se vio confirmado en las encuestas a los docentes. Además, la evaluación dio cuenta de una mejora en la convivencia en el interior de las familias, y una mejor relación entre padres e hijos.

En síntesis, la evaluación experimental del Programa Aprender en familia demuestra que este logra fortalecer la cultura de la escuela en relación a las familias, la relación entre padres e hijos, mejora la convivencia en el interior del hogar y entrega herramientas a las familias para apoyar a sus hijos/as en la escuela.  Asimismo, demuestra mejorar la asistencia de los estudiantes y los aprendizajes de los alumnos del primer ciclo educativo.

Referencias

Comisión Europea. (2011). Actuaciones de éxito en las escuelas europeas. Colección Estudios CREADE. Ministerio de Educación de España.

LLECE-UNESCO. (2015). Factores asociados. Cuaderniillo N° 3 – Informe de resultados TERCE. Santiago de Chile: OREALC-UNESCO Santiago.

Para continuar explorando

Video sobre la inauguración del Programa Aprender en Familia: https://www.youtube.com/watch?v=ok7rzJv7hls

Presentación del Programa en el sitio web de la Fundación CAP: http://fundacioncap.cl/aprender-en-familia/proyecto/

[1] Agradecemos los aportes de Carolina Vergara, Gerente de Comunicaciones y Relaciones Públicas de la Fundación CAP, en el proceso de elaboración de este caso.

[2] Corresponde al nivel de educación inicial o pre-escolar, que comúnmente va desde los 0 a 5 ó 6 años.

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