Aprender a participar ¡participando!, México

3 noviembre, 2016

El Programa “Aprender a participar ¡Participando!” forma a los docentes en una concepción de educación ciudadana democrática centrada en la noción de “participación”. Por medio de una metodología cuyo eje es la elaboración colectiva de proyectos comunitarios, los docentes adquieren competencias pedagógicas concretas para fortalecer la formación ciudadana. Ya son nueve estados mexicanos que han logrado generar prácticas de enseñanza que hoy inspiran e incentivan a más instituciones a fortalecer la formación ciudadana para la vida en democracia [1].

La incorporación de Formación Cívica y Ética al currículum oficial que introdujo la Reforma Integral de Educación Básica (RIEB) (2006-2009) en México implicó la necesidad de formar docentes para el área. El desafío se complejizó ya que también fue necesario contemplar el enfoque pedagógico centrado en competencias y en la planificación por proyectos. Es así como el reto consistía en formar docentes en la competencia de participación ciudadana desde el enfoque del “aprender haciendo”.

En este marco, la asociación civil Vía Educación desarrolló la propuesta “Aprender a participar, ¡participando!” (APP), que la Secretaría de Educación Pública de México reconoció como válida en el marco de su iniciativa de expansión del desarrollo profesional docente en articulación con organizaciones de la sociedad civil. 

La propuesta pedagógica del programa APP se apoya en la concepción de que las competencias de profesores y alumnos están relacionadas entre sí y, por lo tanto, al mejorar las habilidades de los docentes en torno a la participación comunitaria, los alumnos tendrán mejores oportunidades para desarrollar sus propias competencias ciudadanas. Por ello, el programa se orienta a brindar a los docentes herramientas y habilidades concretas para lograrlo.

Para ello se articulan tres elementos que impactan las prácticas de enseñanza: la formación docente, la metodología participativa, y la implementación de proyectos participativos.La propuesta se inserta en el dictado de la asignatura Formación Cívica y Ética y se institucionaliza en el sistema oficial por vía de dos caminos: un Diplomado (continuo o intensivo a distancia) para docentes, o bien a través de los materiales generados para el programa. El contenido principal de este componente de formación es la metodología participativa.

El programa implica también que la participación en la elaboración de los proyectos sea llevada a cabo por los alumnos, considerando el desarrollo de capacidades ciudadanas participativas y autogestivas (Hart, 1997) y el profesor, a través de un proceso dialógico, los acompaña en la implementación de estos proyectos y acciones que mejoren su entorno. La metodología participativa consiste en una serie de pasos específicos —condensados en una guía de enseñanza elaborada en el marco del programa— para orientar a los estudiantes en el diseño, implementación y evaluación de una iniciativa que contribuya a mejorar la calidad de su entorno. Siguiendo reglas para el trabajo en grupo establecidas democráticamente, los participantes mapean su comunidad para determinar sobre qué situación o problema les gustaría actuar, elaboran un plan de acción que determina y especifica responsabilidades de los delegados de grupo y luego un plan de evaluación.

Estos pasos son llevados adelante mediante procesos compartidos de deliberación y consenso, y han dado lugar a proyectos comunitarios de las temáticas y contextos más variados. Es así como guiados por sus maestros, contemplando las voces de todos, los alumnos llevan a cabo proyectos participativos que contribuyen a mejorar su escuela, su comunidad y su entorno. El tipo y la complejidad de los proyectos varían de una escuela a otra y su contenido está estrechamente relacionado con el contexto: hay proyectos de mejora del clima escolar, de la infraestructura (áreas recreativas, baños, plantación de árboles, reciclaje, e incluso la construcción de una biblioteca o el agua en la escuela) y la implementación de mecanismos para mejorar el rendimiento académico (sistemas de pares de tutoría y ayuda con la tarea después de la escuela).

Además de implementar acciones de monitoreo del programa orientadas a la mejora continua de la implementación, se han realizado evaluaciones del impacto de APPUna de ellas analizó una muestra de 142 profesores y 4.970 estudiantes y demostró que los profesores aumentan el uso de métodos de enseñanza no tradicionales, sus habilidades para crear espacios de deliberación dentro del aula y su capacidad para llevar a cabo actividades más centradas en temas de ciudadanía y democracia (Vía Educación, 2012).

Foto: Vía Educación

Foto: Vía Educación

Además, las evaluaciones han observado que los estudiantes que participan en estos proyectos mejoran su capacidad de comunicación y la confianza para expresar sus ideas de manera efectiva, así como sus habilidades para la participación activa (Vía Educación, 2012). Otra de las evaluaciones de impacto del programa recientemente publicada (Reimers F., Ortega, M. E., Cárdenas, M., Estrada, A., Garza, E. 2014) mostró que la metodología participativa logró mejorar la práctica docente. El estudio muestra impactos estadísticamente significativos en términos de la mejora de las prácticas pedagógicas generales y específicas educación ciudadana, mejoras en torno a debates sobre temas cívicos, y mejoras en relación a las oportunidades que brindan a los alumnos para participar en la toma de decisiones de la escuela. En cuanto a los estudiantes, la evaluación mostró resultados estadísticamente significativos en las actitudes en relación a la igualdad de género, los conocimientos cívicos y habilidades, la participación de los estudiantes en la escuela, y la visión para el futuro.

Los resultados de las evaluaciones y procesos de monitoreo continuo han nutrido el conocimiento acerca de qué es lo que hacen los profesores para producir mejores resultados para los alumnos. Una evaluación de proceso mostró que, en las aulas de maestros que implementan la metodología participativa, los estudiantes eran capaces de entender mejor el proceso de elaboración de un proyecto de participación para mejorar su entorno y eran más propensos a hacerlo con éxito. También se observó una relación directa entre la mejora de las aptitudes pedagógicas del maestro y el cambio en el rol del profesor tradicional hacia un facilitador de metodología participativa. Por otra parte, se observó un aumento de la motivación de los estudiantes en la participación ciudadana al implementar estrategias pedagógicas innovadoras. Los maestros aseguran observar una mejora en el clima escolar y en el rendimiento académico. El seguimiento de los proyectos participativos desarrollados por profesores y estudiantes indican que este elemento del programa es clave en la generación de un espacio para el desarrollo de competencias ciudadanas democráticas.

La implementación de APP en México se dio en tres etapas. En la primera, se consolidó el diseño del programa a partir de una investigación participativa implementada en el año 2005 por Vía Educación involucrando a docentes de escuelas públicas en los contextos socio-económicos y culturales más diversos (urbano-marginal, rural e indígena) durante dos años. A partir de esta experiencia surgió el diseño de un método concreto para brindar herramientas a los maestros con el fin de mejorar la enseñanza de Formación Cívica y Ética.

En una segunda fase, se estableció una alianza con los Ministerios de Educación en los diferentes Estados y se trabajó con 120 docentes de escuelas públicas analizando cómo la implementación de la metodología participativa se adapta a diversos contextos. Finalmente, una tercera fase consistió en la expansión y consolidación de la ejecución duplicando la cantidad de docentes, lo cual demostró el potencial del programa para escalar. En esta fase ingresaron los nuevos facilitadores y se desarrollan materiales de capacitación, materiales de seguimiento y guías adicionales para la autoevaluación.

Después de esa experiencia, el programa se extendió a cinco estados adicionales en colaboración con otras organizaciones no gubernamentales, tanto en contextos formales y no formales de escolarización. Para 2014 se registran otros 123 docentes en ejercicio y formación de graduados del programa, 4305 estudiantes beneficiados directamente y 12915 familiares beneficiados indirectamente (Vía Educación, 2012). Además, se creó una plataforma electrónica para el seguimiento, la retroalimentación y la comunicación de los resultados. A partir de este período, la asociación civil Vía Educación comenzó a trabajar asesorando los procesos de implementación de este modelo.

En la actualidad, el programa ha alcanzado a más de 700 profesores de escuelas públicas de los más variados contextos, —urbano, rural y comunidades indígenas— en diferentes estados de México, incluyendo Nuevo León, Chiapas, Durango, Jalisco, Ciudad de México, Chihuahua, Guanajuato, San Luis Potosí y Guerrero con un impacto en más de 17.000 estudiantes (Cárdenas, 2016).

La propuesta logró integrar los mecanismos innovadores de enseñanza y la educación ciudadana desde la participación de alumnos y profesores. Asimismo, el funcionamiento de la metodología participativa no solo ha resultado escalable a un mayor número de escuelas, sino que también es susceptible de ser aplicada en espacios de educación no formal y con estudiantes de diversos grupos etarios. El programa mejora el rendimiento escolar, la motivación de estudiantes y docentes e impulsa el aprendizaje activo dentro del salón de clase, al mismo tiempo que fomenta habilidades ciudadanas y participativas en los alumnos desde temprana edad.

Referencias

Cárdenas, M. (2006). Developing pedagogical and democratic citizenship competencies: “Learning by Participating” Program.  En prensa.

Hart, R. (1997). Children’s participation. The Theory and Practice of Involving Young Citizens in Community Development and Environmental Care. Londres y Nueva York: Earthscan y UNICEF.

Reimers, F., Ortega, M., Cárdenas, M., Estrada, A., Garza, E. (2014) Empowering Teaching for Participatory Citizenship: Evaluating the Impact of Alternative Civic Education Pedagogies on Civic Attitudes, Knowledge and Skills of Eight-grade Students in Mexico. Journal of Social Science Education, Volume 13, Number 4, Winter 2014.

Vía Educación. (2012). Formative and Summative Evaluation of a Teacher Training Program for the Development of Democratic Citizenship Competencies in Students. México: Vía Educación.

Para continuar explorando

Cox, C. (2006). Jóvenes y ciudadanía política en América Latina, Desafíos al Currículo. Revista PRELAC, No.3, diciembre 2006.

Educación, V. (2010). Programa de Competencias Ciudadanas Democráticas: Aprender a participar participando. Guía del facilitador. México: Universidad Iberoamericana.

Fundación Omar Dengo. (2005). CADE: Aprender a deliberar para una ciudadanía activa y democrática. Fundamentos teóricos y metodológicos y Guía didáctica para educadores. San José: Autor.

Mejía, J.F. (2013). Evaluación de políticas y programas de educación para la ciudadanía democrática Programa Interamericano sobre Educación en Valores y Prácticas Democráticas. Serie Política en Breve, Washington, D.C.

Schulz, W., Ainley, J., Fraillon, J., Kerr, D., Losito, B. (2010). ICCS 2009 International Report: Civic knowledge, attitudes, and engagement among lower secondary school students in 38 countries. Amsterdam: International Association for the Evaluation of Educational Achievement (IEA).

Sherrod, L., Torney-Purta, J., Flanagan, C. (2010). Handbook of Research on Civic Engagement in Youth. New Jersey: Wiley.

Vía Educación. (2008). Qualitative Study of a Teacher Training Program for the Development of Democratic Citizenship Competencies in Students. Vía Educación, Mexico.

[1] Agradecemos los aportes de María Alicia Cárdenas Casanueva, investigadora de la Fundación Via Educación, en el proceso de elaboración de este caso.

Deja un comentario